miércoles, 13 de diciembre de 2017

CONSEJOS

     ¡Tened cuidado! Quien simula amistad no engaña, traiciona fríamente y sin prisa. Y la envidia corroe el alma hasta privarla de la alegría de saberse viva. ¡Evítala!
       Quien recuerda los males que ha sufrido está preparado para emprender lo que más ambiciona, si no se lamenta de sus antiguos padecimientos.
        No olvidemos que los actos del hombre no están separados de nuestro yo sino unidos a él y que el obrar con justicia no debemos rechazarlo jamás, porque es el principio que funda la convivencia humana, la fuerza que nos lleva a librarnos de cometer el crimen, de someternos a nuestras bajezas.