jueves, 25 de febrero de 2016

El tiempo del amor

¿Es el deseo lo que nos empuja al Eros o el Eros es una enfermedad del espíritu bienvenida, trágicamente dolorosa al tiempo que dulce y mágica? No, el amor erótico más que el deseo es una necesidad del hombre en la que el espíritu se entrega al ser amado en la búsqueda de la continuidad de nuestro propio ser a través del otro, en el esfuerzo por colmar la desolación de nuestra existencia. Y en él, no se satisface la voluptuosidad de los sentidos sino el ansia inasible sobre la que reposa toda nuestra vida de fundir nuestro ser con el de la persona amada para afirmar nuestra más intensa negación de la muerte.

El hombre vive el tiempo preguntándose si la vida tiene o no sentido, en la interminable sucesión de los actos que él no existía el devenir, que tampoco existirá después de la muerte, porque el tiempo le pertenece a él y no al cosmos ni a Dios.

Y que preferible es gozar de su lentitud que de su sórdida rapidez.


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